La partición de bienes, en términos simples, es la división de los bienes hereditarios entre los herederos. Esta se puede realizar de tres maneras a saber: a) Por el propio causante (fallecido) que previamente haya otorgado un testamento; b) Por los herederos de común acuerdo; o c) Por el juez mediante un juicio de partición cuando no hay acuerdo entre los herederos.